#todossomoschinchilla

Dicen que se conoce a los verdaderos amigos en los malos momentos. En estos últimos meses, y en especial en estos últimos días, se ha podido comprobar que José Luis Chinchilla Marruecos sólo tiene buenos amigos.

Todos sus alumnos, los que van a sus clases y los que ya dejaron de ir, le apoyan. Todos los padres, los que lo han conocido cuando han llevado por vez primera a sus hijos y los que antes fueron alumnos suyos, le apoyan.

Sus antiguos alumnos dicen que es como un padre para ellos y los actuales piensan lo mismo. Los padres piensan que se ha comportado con sus hijos como lo hubiesen hecho ellos mismos.

Ninguno se equivoca, ha tratado a todos sus alumnos como si fueran hijos suyos. Cuando un niño ha ido a preguntarle algo todos hemos escuchado de su boca: "dime hijo". Cuando hemos ido a una competición, si nos ha hecho falta para comprar un bocadillo él nos lo ha comprado, una bebida, él nos la ha comprado; si nos ha hecho falta una mochila, él nos la ha dado,... y nunca a nadie le ha pedido nada. Lo ha hecho porque él ha querido y porque él es así: generoso.

Por todo lo dicho, y por otras muchas cosas más que sólo cada individuo conoce, desde que se ha conocido esta injusticia, ningún padre ha dejado de llevar a su hijo a sus clases: porque sabía que no podía dejarlo con mejor persona, porque no ha tenido dudas de que él no es culpable. Por ello ninguno de sus alumnos hemos dejado de ir a sus clases. Por ello hay madres pidiendo firmas en las puertas de los colegios y niños pidiendo firmas por las calles.

Yo soy un viejo alumno y también un alumno actual, llevo 25 años yendo a sus clases y sólo puedo decir que es una persona que nunca me ha decepcionado, y se que nunca lo hará. Ya hace muchos años que dejó de ser sólo mi profesor y pasó a ser un amigo; y como ha demostrado, un amigo de verdad.